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Entre curva y curva (reflexiones de un viajante)

¡Vaya valla!

¡Vaya valla!

Es curiosa la forma que tienen algunos publicistas de llamar la atención. Esta valla publicitaria de un residencial la encontré en la entrada de Gojar. Vista de verdad, ese niño da miedo. Se supone que debiera entrarme ganas de comprarme una casita. ¿Pero qué me vendes? ¿La casa de poltergueist?

1 comentario

Ana Mari -

Desde luego sí que tiene que acojonar un niño gigante con ese careto jajaja. ¡¡Yo no la compro!!