Blogia

Entre curva y curva (reflexiones de un viajante)

Me mudo

Debido a los problemas que tenía últimamente en blogia para publicar y administrar mis artículos me mudo a blogger que por ahora y tras dias de prueba me permite muchas más posibilidades. Como no me puedo mudar con todo porque perdería los comentarios, dejo un puente entre las dos plataformas por si alguien quiere moverse entre las dos versiones.

Para ver lo nuevo de Unviajante pulsa en la foto.

enlace blogs por ti.

Y entre las rendijas del desvencijado secadero se colaba un gélido viento que lo curtía todo.

El puente

El puente

Sobre un tranquilo riachuelo de susurrantes aguas,

dormitaba, ocioso, un viejo puente de piedra.

Primavera en Granada

Primavera en Granada

¡Qué maravilla!

El blanco de la nieve sobre las ramas se ha vuelto más cálido convertido en flores de almendro.

 

Casos curiosos

Me han pasado últimamente un par de casos que creo curioso de contar.

              

Sábado por la mañana.

-¡Papi, quiero desayunar!

Me levanto, abro el mueble y saco el Cola Cao y la taza. Abro la nevera buscando la leche,……..la leche,………la leche…………¡coño se ha acabado!

Cojo una nueva, preparo el desayuno, vuelvo a abrir la nevera para guardar la leche y allí, donde siempre debió estar, donde iba a poner la nueva, me contempla un cartón de leche como diciéndome: ¡quillo que pasa con tu rollo! ¿No me has visto o qué?

 

Viernes a media mañana.

Por tercera vez en lo que va de mañana suelto el boli bic  en la guantera porque no tiene capuchón y me mancho el bolsillo de la camisa. Busco y rebusco porque sé que el maldito capuchón está ahí.  Yo mismo lo eché ayer a última hora. Desisto y me pongo a leer unos presupuestos. Lo vuelvo a coger para introducir una dirección en el GPS usándolo de puntero cuando  me pita un coche. Me pongo el boli en la boca, me cambio de sitio y cuando me lo quito de la boca para seguir con el GPS, veo con asombro que el capuchón está perfectamente colocado en el puto boli bic. ¿Curioso o acojonante? Todavía no lo sé.

 

 

El salto del cabrero

¡Bueno!, ¡sobrevivimos!

El domingo estuve con la familia haciendo una ruta de senderismo por la sierra de Grazalema. Fue la denominada “ruta del salto del cabrero”. Casi todo perfecto. El día envidiable de temperatura, los ánimos fuertes y una ruta a priori de sólo 8 kms. y de dificultad media a media baja nos prometían un día inolvidable.

¡Y tan inolvidable!

¿8 kms.? Será en línea recta en helicóptero.

¿Dificultad media baja? Pues eso en el helicóptero porque a pié no veas.

Mi niño que todavía no ha soplado su quinta vela de cumpleaños estaba “cansadito” pero se portó como un campeón. Yo tengo agujetas hasta en las uñas de los pies y los demás no creo que estén mejor.

Empezamos la ruta a las 13:00 en el puerto del Boyar y acabamos en Benahocaz a las 17:30 con apenas una pequeña parada para comernos el bocadillo a las 14:30 más o menos. Habíamos dejado mi coche en Benahocaz y con él subimos al boyar por carretera para recoger el coche de mi cuñado y comer algo en un merendero antes de que el frio nos echara para casa.

La verdad es que siendo sinceros fue un día muy bueno si no tenemos en cuenta que fue algo más duro y largo de lo previsto. Los paisajes preciosos (la vista del salto del cabreo es impresionante), la compañía muy grata (por algo vamos juntos, je, je) y como ya he dicho el día acompañó. Tuvimos que saltar piedras, atravesar varias cancelas, saltar muros, rodear vacas y cruzar por un barrizal. ¡Vamos todo lo que le gusta a un niño! (y a los mayores)

La sorpresa ha sido cuando por la mañana le he preguntado a mi niño que si estaba cansado y me ha dicho que sí pero que el sábado que viene quiere otra aventura. Que quiere ir a un castillo.

¡DIOS NOS COJA CONFESADOS!

 

Juanito y la excursión

Juanito se bajó del coche emocionado. Había ido con sus papis, sus titos y sus primos a hacer senderismo. Su papi le había comprado un bastón de caminante muy chulo para que se apoyara y le sirviera de ayuda a la hora de pasar por sitios difíciles. Después de un rato andando llegaron a un cortijo lleno de cabras y allí, junto al caminito, había dos chivitos casi recién nacidos con unas caritas muy graciosas.

Vio unos pájaros negros que perseguían a un buitre cada vez que se acercaba a las rocas donde estaban ellos posados. Había muchas montañas y para no perderse tenían que estar atentos a unos postes de madera con unas flechas que indicaban el camino.

Cuando empezó a sentirse cansado y tras un rato de insistir, se pararon a comer unos bocadillos que llevaban los mayores en las mochilas.

Pero lo que más le impresionó fue pasar junto a unas vacas que estaban pastando en el campo y que le daban un poco de susto.

Luego anduvieron y anduvieron y Juanito cada vez estaba más cansado por lo que su tito y su papi lo cogieron en cucu un ratito. Al final de la tarde pasaron por un riachuelo muy bonito y llegaron a un pueblo pequeñito en el que estaba el coche de sus papis.

Subieron a otro bosque donde estuvieron comiendo algo en un merendero y después se fueron a casa cansados pero contentos por lo bien que se lo habían pasado.

Por la mañana Juanito llamó a su padre y entre bostezos le dijo que tenía  ganas de tener más aventuras. Que el próximo sábado quería ir a un castillo.

¡Qué aventura!

Este domingo mis papis me han llevado al campo  a hacer “tenderismo”

Hemos pasado por una granja y hemos visto unos bebes de cabra muy graciosos y unos pájaros en el cielo muy grandes.

También he visto unas cuantas vacas enormes que me daban un  poco de yuyu pero mi padre me ha cogido en brazos. A mi prima le he dicho que no me daban nada de miedo pero era una mentira.

He tenido que andar mucho pero como llevaba mi bastón de la suerte no me he caído (bueno un par de veces si)

Yo era el encargado de buscar los palos que tenían las flechas que nos decían cual era el caminito correcto.

Por la tarde cuando se ha acabado el paseo hemos comido en una “casa china” y cuando ha empezado el frio nos hemos ido a casa.

Me he cansado mucho pero me lo he pasado muy bien. Me pregunto si el sábado que viene podremos ir a otro sitio……… ¡ya se! ¡A un castillo!

 

Paisajes

Nunca nos damos cuenta de la cantidad de postes, cables, señales de tráfico, etc. que hay en nuestros paisajes hasta que nos paramos a hacerles alguna foto.

¿No os ha pasado?

Menos vista que un pesca'o en el culo

Es curiosa la poca vista de algunos rotulistas de camiones.

La trasera de estos vehículos suelen tener unas barras verticales de cierre de las puertas. Estas barras van por encima de los rótulos produciendo algunos casos curiosos al tapar alguna letra. Así la empresa de estructuras metálicas “Mallas Iglesias” pasa a hacer apología del ateísmo al convertir su nombre en “Malas Iglesias”.

Otro caso que he visto hace poco es el de una empresa de puertas de madera de Mérida supuestamente de alta calidad pero que curiosamente lucia en su trasera el siguiente anuncio: “son auténticas puertas de Merda

Curioso ¿no?

En el altiplano granadino

En el altiplano granadino

Jueves  22/01/09 

   Son las siete de la tarde y me quedan todavía dos horas de regreso y encima se acerca tormenta. Ya ha anochecido y estoy perdido en el altiplano granadino, en una tierra que como un lugareño me ha dicho hace poco “está lejos de todos los sitios y cerca de ninguna parte”. Bueno, perdido no porque tengo al “tonto” que me guía por estas carreteras. Como no me queda otra, me voy a poner “Wish you were here” (deseo que estuvieras aquí) de los Pink Floid para hacerme más ameno el regreso y paciencia. Hoy ha sido un día de los que le da título al blog. Un día de curvas y más curvas. El paisaje ha sido de los más raros que he tenido la oportunidad de disfrutar (y sufrir) en mucho tiempo. A veces parecía que estaba en una película del oeste, a veces en una de Marte y a veces que estaba en uno de los campos de la Tierra Media (más cuando me enteré que le llaman a este tipo de tierras Badlands).

   Me gusta ir detrás de algún coche por estos sitios cuando es de noche pues me es más cómodo que el de delante me marque las curvas y además es más seguro porque si hay algún obstáculo (hay por aquí señales de desprendimientos) se lo va a encontrar él. He seguido un buen rato a un BMW hasta que se ha metido por una carretera que estaba cortada pero la valla estaba caída y, o no la ha visto, o vive por aquí y ha pasado de ella. Yo después de dudarlo un poco me he ido por la que recomendaba el cartel aunque es mucho más mala.

   No sé porqué pero cuando llega uno a la autovía después de casi una hora de curvas y baches, le da a uno la sensación de que ya ha llegado. Pero es sólo la sensación pues todavía me queda una hora. Para colmo, al atravesar el puerto de la mora la lluvia ha apretado y encima una espesa niebla lo ha inundado todo. Imagino que será que estoy atravesando las nubes ya que es bastante la altitud que tiene.

¡Bueno ya estoy en el hotel! Y a descansar que hoy ha sido muy largo.

   Tengo todavía pendiente escribir un artículo de cuando estuve por Guadix y descubrí las casas-cuevas. Pero eso…….será otro día.

Mas de comidas

Hoy he entrado en un restaurante hindú sin saberlo pues se llamaba en francés “la boca de oro” lo que no me lo hacía suponer. Aunque ahora que estoy pensando a lo mejor era “la vaca de oro” que entonces si tiene sentido, je, je. Si paso otra vez me fijaré.

Por lo pronto esta vez me he asegurado de que incluya el I.V.A pero, ¿sabéis qué? Que no incluyen la bebida ni el postre (vaya mierda de menú). A la camarera se le entendía regular por el habla y por lo extraño de la carta. Después de muchas vueltas entendí de donde debía pedirme el primero y de donde el segundo y que estaban clasificados por lo “caliente” del pique. Yo por si acaso me lo he pedido de la zona suave por si acaso. Siempre me ha gustado el pique pero he preferido no arriesgarme.

El primero ha sido dos tiras de pollo frito rebozado en harina de garbanzo y tres cuencos con distintas salsas para mojarlo (escaso pero curioso). La primera a base de nata y menta (creo) estaba muy rica y suave. La segunda era más agridulce y tenía mango molido. La tercera tenía trozos de mango, curry y posiblemente dinamita por lo que picaba la hija de la gran….…. ¡agua, agua aunque me la cobren!

El segundo era un cuenco de cobre lleno de salsa y para acompañarla se podía pedir o pan para mojar “sopones” o arroz basmati para mezclarlo. Yo por supuesto pedí el arroz. Lo curioso es que el plato principal de estos menús es la salsa. Pero tiene truco pues la salsa era a base de nata con trozos de pollo, de piña, pasas, coco y especias varias. Os lo recomiendo estaba exquisito. Se llama “korma” y al final se queda uno satisfecho.

En esta ocasión la sorpresa no ha sido el precio sino el menú en sí.

Granada por la tarde

Decenas de pastelerías abiertas y ni una puñetera frutería. ¡Así no hay quien mantenga la línea!

Eso sí, debe ser la ciudad con más kioscos de prensa por habitante de España.

 

Gordos pero cultos.

Nostalgia

La otra noche me encontré el lavabo todo lleno de dentífrico de mi hijo (no es la primera vez). Lo llamé y me enfadé con él (de esos enfados de mentirijilla que tenemos los padres para que los hijos nos tomen más en serio) Luego le leí su cuento diario y lo dejé dispuesto a dormirse.

Por casualidad me puse a revisar viejas fotos y cuando vi lo pequeñito que era y lo que había cambiado, me entró nostalgia y me entraron ganas de entrar en su cuarto y decirle: ¡mancha hijo, mancha! ¡Y un solo cuento no, te voy a leer todos los que quieras! Que ya tendrás tiempo de hacer cosas de mayores. ¡Por favor no crezcas tan ligero!

 

Cosas de padre.

M´antangao

A veces no es oro todo lo que reluce y lo esperado se convierte en sorpresa.

Hoy me han tangado. Sí, sí que me han estafado vamos. Todo iba más o menos bien visitando por el centro de Granada sin muchos contratiempos (a pesar de ser martes y trece) cuando miro el reloj y veo que son las dos y cuarto. ¡A comer! ruge mi estómago. Pienso en buscar el coche (que estaba lejos), salir del centro y buscar algún bar de polígono que suelen ser más económico. En esas estaba cuando leo: “Restaurante Topolino. Menú 8.50 euros” (y una lista de platos. Nada más) Pienso: ¡ostias, como en un polígono! Posiblemente sea escasa la comida pero lo acepto por no perder tanto tiempo. Llego al Topolino de marras y compruebo en la puerta que no hay cambios en los precios. ¡Todo correcto! Entro y le pregunto al camarero: tenéis el menú a 8.50 ¿verdad? El camarero asiente y me invita a sentarme en una acogedora mesita.

Me pido ensalada de la casa y croquetas caseras con patatas. La ensalada muy buena, bien de tamaño y  con salsa (cosa poco habitual en los menús). Y pienso: ¡Algo no me cuadra! Veremos a ver el 2º plato.

Las croquetas muy suaves y para mi sorpresa las patatas eran al horno. Saboreando este plato empecé a creerme que había dado el pelotazo pues en el centro granadino, esa calidad y ese precio no creía que fuera normal.

El postre exquisito y cuando pido la cuenta…………

………………10.70 euros          ¿Cómo?    Me pongo a mirar la cuenta sin parecer nervioso y veo que los 8.50 era sin I.V.A. ¿pero donde ponía eso? EN NINGUN SITIO. Seguro que hay una ley que los obliga a ponerlo aunque sea en pequeñito pero aquí no ponía nada de nada (lo comprobé una vez más al salir) me callé por no discutir, pagué y me fui del local con el rabo entre las piernas (aunque eso sí, que me quiten lo “bailao”, o lo “comío” en este caso)

La curva 325

Hoy está todo helado. Los charcos de las cunetas, los campos, hasta los guarda-raíles tienen una capa blanquecina recubriéndolos. Es un paisaje espléndido para la vista aunque no para la conducción. En cada zona sombría, en cada curva en descenso, me acuerdo de mi cuñado que, a pesar de su prudencia, perdió su coche (gracias a Dios sólo el coche) al perder el control en una curva helada, estrellándose y viendo con impotencia como se incendiaba. Hoy parece que la gente sigue corriendo igual y no veo más prudencia en la carretera. Yo por si acaso voy a levantar el pié vaya a ser que el charco helado de la curva 325 (o de la 523, nunca se sabe) tenga otra noción diferente a la mía de lo que es “velocidad adecuada”.

A los niños ¿no se les pega?

Yo no estoy de acuerdo con los maltratos de ningún tipo, pero de ahí a no poderle dar un cachete a un hijo cuando lía una trastada hay un mundo. Estoy hablando de un castigo físico sin ánimo de hacerle verdadero daño. Ahora teme darle uno a su hijo en la calle un tirón de orejas por si alguien nos denuncia.  No hay que mirar el tirón sino el tiempo que a lo mejor lleva uno diciendo:"deja eso, te he dicho que dejes eso, ¿lo vas a dejar o qué?" y al final suele ser "o qué".

 Yo soy padre y con el tiempo he aprendido que es verdad eso de que le duele a uno más que a ellos (no físicamente claro). Yo he llorado cuando le he dado a mi hijo unos azotes y lo he dejado en su cuarto llorando. Reconozco que el tiempo me ha enseñado que hablando con él consigo más cosas que con las fuerza bruta, pero también os digo que lo de "mas vale un cachete a tiempo que...."  también sirve (siempre que sea sólo un cachete y de tarde en tarde. Si no, no hace efecto y si podría ser maltrato) Yo estoy consiguiendo no tener que utilizarlos pero tampoco lo veo como un crimen. De todas formas insisto: El diálogo antes que nada y como ya he dicho en otros temas ¡EQUILIBRIO, POR FAVOR, EQUILIBRIO!

Os remito a un artículo del genial (para mí) Arturo Pérez Reverte que viene al cuento. Cliquea aquí.

 

El culmen de la hipocresía

Manda huevos la cara que tienen algunos politicos. Leed este artículo y por favor abrid los dos enlaces que señalo para entender toda la historia.

Un saludo.

enlaces por ti.

El duende de los juguetes

Hace tiempo, para convencer a mi hijo de que recogiera su cuarto me inventé un cuento que le narré al estilo cuentacuentos gesticulando mucho y de forma más sencilla que esta que escribo. Viendo el éxito que tuve, me decidí a escribirlo para no olvidarlo. Es este:

 

 “El duende de los juguetes vive en una montaña del horizonte a la que ningún niño y muy pocos padres pueden ir. Más o menos donde acaba el arco iris que es la tierra en la que nacen los sueños y  donde las pesadillas quedan atrapadas para que ningún niño se asuste. Es sin duda una tierra mágica y llena de cosas y personajes especiales. Allí tiene su casita, en un gran árbol cargado de muchas hojas, muchos mas años,  y algún que otro nido con pájaros que cantan lindas canciones.

 

 Es pequeño, como un niño de tres o cuatro años. Tiene una cara simpática con una sonrisa muy blanca que nos demuestra que es amable y bueno,  dos orejitas picudas que dan mucha risa, y unos bonitos ojos azules. Parece joven, pero mirándole bien a los ojos, nos damos cuenta de que en ellos se reflejan el paso de muchos años y que desprende un cierto aire de sabiduría.

 

Lleva un gorro verde, largo y de pico con una cinta roja y una hebilla de plata. Una chaquetilla verde sin cerrar y una camisa naranja le quitan el frío del pecho, mientras que unos pantalones un poco cortos como los de los piratas, dejan ver unas medias naranjas también como la camisa. Para sujetarse estos pantalones tan chulos tiene un cinturón de cuero y una pequeña bolsa roja atada a él donde guarda con su magia los juguetes. Pero lo más especial de su traje es que toda la parte verde de su ropa  parece que ha crecido en algún árbol  pues está hecho de hojas frescas que nunca se marchitan y que con lo colorido del resto le hacen parecer un pequeño árbol de navidad.  Aunque  lo mas curioso son sus zapatos, hechos de hojas también como el resto de su ropa y con dos cascabelitos en la punta. Estos zapatos, a veces le han traído problemas, pues cuando entra en el cuarto de algún niño, por muy despacito que lo haga, siempre van haciendo tin tin, tin tin y le pueden oír. Pero a él le gustan y prefiere llevarlos aunque más de una vez ha tenido que salir corriendo para que no lo vean.

 

Al amanecer, cuando llega a su montaña y a su bosque, se acerca a su árbol, mira a un lado, mira al otro, y cuando se asegura de que nadie le ve, tira de una rama y se abre una puerta secreta. Entra en un largo pasillo y al fondo ¡tachan! Una habitación grandísima con muchos juguetes, y un taller con muchas herramientas para arreglar los juguetes de los niños buenos. Su trabajo consiste en vigilar a los niños y lo que hacen con sus juguetes. Si algún niño no los recoge o los maltrata, él se los lleva y se los da a otro niño que los cuide. Si algún juguete se rompe, y si el niño ha sido bueno, se lo lleva e intenta arreglarlo ¿Qué quien son los niños buenos? Pues aquellos que le hacen caso a su papa, a su mama y a su “seño”. ¿Tú eres bueno? ¿Solo un poco? Pues hay que ser muy bueno para que el duende no se lleve tus juguetes y para que te arregle los averiados.”

Noche buena

Noche buena.

Curiosa afirmación.

Se supone que es noche de reunirse la familia, ser más justos, comer en abundancia, beber con moderación (cuidadín con la Benemérita) y demases.

Pero todo no es tan perfecto.

Se celebra que es el día en el que ha nacido el niño Jesús. Sinceramente, ¿en vuestra cena se nombró o se brindó por él en algún momento? ........... ¡Pues eso! (si es que sí pues olé tus….)

La familia reunida.

¡Otra trola! ¿Cuál la mía o la de mi mujer? Si nos juntamos con mis suegros mis padres se quedan solos y viceversa. Si lo organizamos para estar mis hermanos juntos en noche buena,  en noche vieja se ven los viejos solos por que toca juntarse en la otra casa. Un hermano por una de las partes en el extranjero por motivos de trabajo, una hermana por la otra parte “enferma” y no viene, uno de los abuelos………

…………….. ¡Un caos!  (Si no es tu caso pues olé tus… otra vez)

Lo de comer en abundancia ¡es otra!

Consecuencia de ello me he levantado cinco veces a beber agua y estoy sentado al ordenador desde las 6:30 de la mañana. ¡Mea culpa! (que me den por.....)

Lo de la bebida, sin problemas. No soy bebedor y casi no lo probé (si tienes resaca pues que te den por……)

Y lo de más justos,  no comento nada. Sólo hay que leer la prensa o echar un vistazo por cualquier barrio y se ve como “abunda” la justicia por todas sus esquinas (si has hecho algo para remediarlo pues olé, olé y olé tus….)

Total, que siento mucho el ladrillazo pero hoy tengo uno de esos días.

¡Feliz Navidad a todos! (sin recochineo ¿eh?)